Nelson García-Miranda: Interview (in Spanish)


Date: 07/17/2007
Interviewed by Jorge J. E. Gracia
Filmed by Norma Gracia
Transcribed by Patricia Díaz
Edited by Jorge J. E. Gracia


La entrevista se llevó a cabo por el Internet

Nací en Holguín, Cuba en el año 1947. Soy pintor y grabador graduado de la Escuela Nacional de Instructores de Arte de la Habana con un título en pintura y grabado. Tengo un título equivalente a una maestría otorgado por la Escuela para Profesores de Arte de la Habana, además tengo hecho estudios de postgrado en la especialidad de Guía de Estructuras. Fui también profesor de grabado de la Escuela Profesional de Arte de Holguín.


Desde mi infancia tuve una fuerte inclinación al arte que se hacía evidente tanto en la escuela como en los círculos familiares. Al principio de los años 60, cuando ingresé en la Escuela Nacional de Instructores de Arte, comencé mis primeros pasos en concursos juveniles; esos trabajos de arte fueron exhibidos por aquel entonces en la provincia de Matanzas. A esto le siguieron, exposiciones nacionales de ilustraciones. Siendo aún estudiante participé en un concurso de carteles y en una exposición de arte en Alemania.

En 1969 fundé el Taller de Grabado en Holguín junto con otros artistas y al siguiente año participo en el grupo Hacer Ver, movimiento de protesta contra la política cultural y académica de la época.


A partir de entonces, participé en exposiciones personales nacionales y en exhibiciones colectivas internacionales: Canadá, Alemania, Italia, España, Praga, Holanda y Argentina entre otros. Fui participante también en el Encuentro latinoamericano de grabado de la Habana en 1987 y en el Salón Colateral de la Bienal de la Habana en el año 1986.
Recibí la condecoración Baibrama- Raúl Gómez García, por treinta años al servicio del arte. Fui también fundador de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en la ciudad de Holguín y fundador del Fondo Cubano de Bienes Culturales también en Holguín y mi obra ha sido motivo de investigación de varias tesis de postgrado universitario en el Instituto Pedagógico de Holguín, y la Universidad de Oriente, Cuba.


Diez años después como educador, tuve la satisfacción de que mis alumnos ganasen el premio en la Bienal de Torum en Polonia. En el 1999 salí de Cuba. Mi razón particular fue el estancamiento de la política cultural y en el ámbito personal un futuro incierto. Tuve la suerte de obtener una lotería de visas para mí y para mi familia. Desde entonces vivimos en Phoenix Arizona, donde he realizado todos los trabajos típicos de los inmigrantes, de lava platos a chofer, pasando por ayudante de cocina y preparador de banquetes. A pesar de estas circunstancias laborales adversas, nunca he dejado de pintar ni de andar con mi portafolio artístico al hombro, mostrándolos en diferentes sitios para abrirme camino en el mundo del arte norteamericano.


En el año 2004 tuve la suerte de conocer en persona a ese gran representante de la plástica cubana de la generación de los 80 que es Leandro Soto quien coordinó y curó una exposición personal titulada Tropical Carnival en la galería de arte de la Universidad de Arizona (campo del oeste). Durante el tiempo de esta exhibición, también fui invitado a dar conferencias y clases en ese recinto universitario.


Más tarde, también bajo la curaduría de Soto, participé en la jornadas itinerantes de arte cubano titulada Café: the Journey of Cuban Artists, tercera edición en la Universidad de Arizona y cuarta edición en La Biblioteca Pública de Tempe, también en Arizona. Recientemente he sido invitado a participar en la Sexta edición de Café: the Journey of Cuban Artists que tendrá lugar en la Universidad de Arizona en la vecina ciudad de Tucson.


A instancias de Leandro Soto, quien me animó a presentar mi trabajo, participé en una exhibición colectiva de arte cubano en la prestigiosa galería Paulina Miller también en la ciudad de Phoenix, galería que luego pasó a ser mi representante artística.


Un año más tarde, presento mi obra al Westin Kirland Resorts, empresa que convierte su famoso restaurante El Deseo, situado en ese hotel en una galería de arte la cual lleva mi nombre. Recientemente, la Westin Kirland Resorts participó con este proyecto de galería en la Conferencia Anual del Turismo en el estado de Arizona quedando dicho proyecto entre los tres finalistas en la categoría de ideas originales para la promoción del turismo en dicho estado.
Mi obra se encuentra en manos de coleccionistas tanto en Cuba como en Estados Unidos, también en museos y otros. He donado pinturas para eventos e instituciones con fines caritativos. Por ejemplo, mi contribución a la James Beard Culinary Institution, para becas culinarias aquí en el estado de Arizona.


Mi dificultad principal, creo que la comparto con muchos otros exiliados cubanos: la limitación impuesta por vivir en un país donde el idioma oficial no es el español. En la actualidad me desempeño como asociado en el Westin Kirland Resorts en Scottsdale.


En cuanto a mi obra, puedo señalar que es principalmente pictórica, aunque en el campo educativo soy reconocido más como grabador. Mi arte ha tenido varias etapas. En Cuba por ejemplo, tenía un carácter formalista, esteticista y más colorista. En este país presto igual atención a los conceptos, utilizando los contrastes y dándole más fuerza expresiva a las formas a fin de darle a la obra un carácter de dramatismo nostálgico.


Mi temática tiene un fuerte tinte costumbrista. Extraigo experiencias de mi niñez, e incorporo en mi trayectoria artística la magia de las fábulas y los personajes populares, la poética de lo cotidiano, las leyendas y los cuentos de nuestra tradición oral. Trato de que las vivencias de mis obras sean fiel al folklore popular, pero llevados éstos, a través de la técnica, a símbolo universales.


Mi obra ha sido comparada por la Dra. Grises Pujalá, especialista en arte y literatura cubana, como cercana a la de Chagal, en el sentido de que, según esta crítica, Chagal, de origen ruso, y desplazado por circunstancias históricas a París, terminaba siempre pintando a su pueblo ruso natal, el cual elevó a categoría universal. Por otro lado, el especialista en corrientes surrealistas Norman Miller cataloga a mi obra como un surrealismo terrenal de corte lírico tanto en los temas como en los conceptos.


He sido profundo admirador de las estructuras espaciales de Wilfredo Lam y del tratamiento del color de Roberto Mata. He tratado de forma original, incorporar estos conceptos magistrales de ambos artistas. Mi obra siempre ha estado caracterizada por ofrecer al observador un placer estético de forma y un disfrute del color. Afortunadamente, la valoración del público siempre ha sido favorable. Mi arte no es un arte polémico pero sí muy cuidadoso en el tratamiento del color y la forma.
Trato los temas por series, pues opin

o que una sola obra es incapaz de agotar las variantes de color, de forma, o de matiz que acompañan siempre al tema en relación y al carácter expresivo de la obra.


En la actualidad enfatizo mucho con negro, que, en el resultado final, termina por realzar mucho el carácter temático. También uso veladuras de mezclas substractivas con colores complementarios que no usaba en Cuba. Quizás estoy tratando de buscar una atmósfera de dramatismo nostálgico que va muy a tono con mi actual experiencia vital.
Soy un ser sociable, afable, el mal no existe en mis parámetros personales, no guardo rencores y no me gusta comprometer a nadie. Soy juglar por naturaleza, me encanta la tradición oral y a veces los hago con demasiada fantasía, por eso pinto. Los años pasan por mí sin que yo repare en ello. Trato de ser auténtico, y huyo de las personas que no lo son. Me gusta colaborar e integrar a mis amigos en mi trayectoria, aquéllos que puedan aportar algo a nuestra amistad y a la sociedad en general.


Desde que tengo memoria hasta que la pierda, seré cubano ya que esto es una forma de ser, Paradójicamente, no me siento extranjero en ningún lugar de la tierra, porque llevo conmigo mi acervo, mis pinturas, mis vivencias.
Todos los días visito a Cuba en mis sueños, en mi forma de ser, en mis amistades y en todo lo que hago y lo que pienso. Estoy consciente de que hice y aporté lo que tenía que hacer y aportar en cada momento. En escala modesta, aprendí, enseñé, recibí, fundé y quizás la historia del arte cubano me recuerde aunque sea una vez.
Soy feliz cada mañana porque veo la luz del día y esto me permite realizar algo distinto.