Carlos Estévez: Interview (in Spanish)


Date: 01/10/2006
Interviewed by Jorge J. E. Gracia
Filmed by Norma Gracia
Edited by Jorge J. E. Gracia


La entrevista tuvo lugar en la casa y estudio de Carlos Estévez

[Gracia]: "Carlos, comencemos preguntándote cómo llegaste a donse estas, cómo empezaste tu derrotero intelectual."

[Estévez]: "Empecé a estudiar arte a los once años en una escuela especializada que se llama Amelia Peláez, que está en el Vedado, en La Habana. Estudié arte por 13 años, incluyendo 4 años en la Academia de San Alejandro y 5 años en el Instituto Superior de Arte."

[Gracia]: "Y a los once años ya se sabía que ibas a ser artista?"

[Estévez]: "Mira, yo pintaba como casi todos los niños. Primero estuve en una especie de biblioteca que tenía un taller para niños. Y los niños iban ahí a pintar y a mí me gustaba. Cuando estaba en sexto grado llegó una convocatoria para una escuela especial donde los niños se presentaban parar hacer exámenes y yo fui con un colega del barrio, un amiguito, hice la prueba y aprobé. Me parece que eso tiene que ver un poco con el azar, aunque sí creo en el destino. De pronto fue una casualidad, pero creo que fue más que una casualidad, fue una causalidad. De alguna manera eso estaba en mi camino, porque yo no tenía ninguna preparación especial y me aprobaron. Y ahí sí empecé más encauzadamente a desarrollarme en el camino del arte. De hecho, tuve muy buenos profesores en un período feliz en Cuba…"

[Gracia]: "¿De qué época estamos hablando?"

[Estévez]: "De los años ochenta. Empecé a estudiar en esa escuela, me parece, en el 81. En ese período había mucha esperanza, había un ambiente social bastante bueno. Fue el período en que Cuba estaba apoyada por la Unión Soviética, había ciertas facilidades económicas, la gente podía vivir de una manera decente. Muchos de mis profesores eran artistas que encontraban su forma de ganar dinero como profesores, cosa que en el presente es imposible. Y tuve la suerte de que muchos de los artistas importantes de ese período histórico en Cuba, como Elso Padilla, fueran mis profesores. Para mi fue tremendo, fue un descubrimiento trascendental en mi vida y fue el comienzo de mi carrera."

[Gracia]: "Esto fue en Cuba, pero ¿viajaste al extranjero mientras estabas en Cuba varias veces, o no?"

[Estévez]: "Sí."

[Gracia]: "¿A dónde fuiste, a Europa a México?"

[Estévez]: "Comencé a viajar en el año 95, cuando fui a una bienal en Venezuela y a partir de ahí… En Cuba hay una especie de mitología con eso del viaje porque como el cubano no tiene la oportunidad de viajar tan fácilmente eso se convierte en una aventura más allá de lo normal. Es algo trascendental. En el mundo del arte se cumple la famosa frase de que nadie es profeta en su tierra, y eso de salir de viaje es una especie de legitimación. Cuando sales suponen ya que eres importante, más interesante y a partir de ahí se empiezan a venir otras cosas, proyectos. Después de mi primer viaje pues seguí viajando."

[Gracia]: "Tu arte cómo ha evolucionado? Por qué no nos describes lo que estás tratando de hacer y cuáles han sido tus etapas artísticas?"

[Estévez]: "Mi trabajo fundamentalmente se centra en el espíritu humano, y ese tema central o esa preocupación no ha variado a lo largo de toda mi carrera. Empezó a manifestarse ya desde que era estudiante; aparece reflejado en mis cuadernos de notas, mis escritos, mis dibujos. El proceso de creación va madurando con el ejercicio de la práctica. Es como que cada artista trae su lenguaje o sus códigos de comunicación de forma nueva al mundo, y en la medida en que va practicando eso se va perfeccionando, los lenguajes se van haciendo más claros, los mensajes se van clarificando y se va llegando a las esencias de lo que se quiere decir."

[Gracia]: "Tu arte es muy diferente. Cuando uno mira el arte cubano, no hay otros artistas que estén haciendo cosas similares como las tuyas. Muchos están interpretando el espíritu humano, los problemas del ser humano; pero la forma en que tú te aproximas a esto es muy diferente. Uno ve una obra tuya y dice: ah sí, ésa es de Carlos Estévez. Y eso de dónde salió, eso que es tan peculiar tuyo, ¿estaba ahí desde el principio?"

[Estévez]: "A lo largo de la historia del arte Cubano, han existido dos corrientes fundamentales, sin tratar de hacer estereotipos ni caer en generalizaciones. Una es más visual y más arquetípica de reconocer al cubano como una identidad visual, esa parte folklórica. La otra-que pienso es la más importante--se ha desarrollado a través de la historia como una corriente subterránea, y está permeada de la filosofía, del pensamiento del hombre cubano. Esta última corriente es la que me interesa. Mi obra parte fundamentalmente de mis ideas. Constantemente estoy asimilando las cosas que pasan a mi alrededor, tratando de comprender las cosas que pasan dentro de mí mismo y reflexionando sobre eso. Mi obra es una especie de filosofía personal o filosofía existencial personal traducida en el mundo de imágenes, de ahí que cada pieza es una reflexión, una meditación muy especial en torno al ser humano. Y esto aparte de que todo mundo tiene un lenguaje, que se puede llamar estilo o lo que sea, que es una especie de caligrafía que uno reconoce, esto es de fulano de tal. Pero lo más importante en mi trabajo no es eso, sino es el pensamiento que lleva detrás: cada obra es una preocupación que se agota en ella misma y después por supuesto está relacionada con las demás, pero lo que me interesa es que cada una tenga ese toque específico que tiene que ver con lo que estoy viviendo."

[Gracia]: "Mucho de lo que haces parecen como maquinarias, ruedas, ese tipo de cosas. ¿Desde cuándo empezaste por esa línea?"

[Estévez]: "Me interesa mucho este aspecto de la psicología, donde todas las conductas del ser humano ya como ser maduro se remiten un poco a la infancia. Me estoy apoyando de esto para explicarte que siempre fui un niño muy curioso y me gustaba desentrañar el funcionamiento de las cosas. Yo era del tipo que rompía los juguetes para ver cómo funcionaban, por el placer de descubrir su secreto."

[Gracia]: "Un aspecto mecánico."

[Estévez]: "Exactamente y me interesa también todo el mundo de la mecánica en cuanto a metáfora o simbolismo de cómo funcionan las cosas. Quizás no son una reproducción o una representación de lo que realmente existe dentro de cada objeto, de la materia, pero sí es como una metáfora, un punto para reflexionar de lo que está ahí dentro de cada cosa."

[Gracia]: "Lo interesante es que dada esa habilidad o ese interés, uno hubiera dicho que llega cierto momento en que al chico lo van a canalizar a ser un ingeniero o un arquitecto o alguien que se especializa en maquinarias, pero tú no lo hiciste."

[Estévez]: "Mi papá es ingeniero y en la infancia me tocó vivir un poco el ambiente ese de las mesas, de los planos del diseño. Y el sueño de mi papá era que yo fuera ingeniero, o en el último de los casos arquitecto, y realmente a mí nunca me interesó aquello. Pero luego, quizás para convalidar un poco los deseos de los padres, me interesé en la ingeniería pero desde el punto de vista de las artes. Cuando empecé a estudiar arte, papá pensó que esto me iba a servir para la ingeniería, pero fue al revés: la ingeniería me sirvió para el arte. Pero después quedó contento con el paso de los años y la persistencia."

[Gracia]: "¿Y el arte que produjiste al principio se parece a lo que estás produciendo ahora? En Cuba entrenaban a los artistas muy académicamente en ciertos periodos, no sé si cuando tú llegaste a la escuela era así."

[Estévez]: "Me topé con la suerte de encontrarme procesos de renovación en la enseñanza, pero sí, tuve una formación académica. De hecho, me formé como pintor, que era una especialidad. En aquél momento las especialidades estaban separadas--pintura, grabado--pero siempre me interesó todo lo demás porque los profesores, más que darnos clase o darnos esa formación académica--que sí la tuvimos, pues nos enseñaban otras cosas-nos ponían en contacto con artistas contemporáneos, nos enseñaban un poco a pensar por qué estábamos haciendo las cosas, qué queríamos hacer. Fue un entrenamiento conceptual muy provechoso y decisivo en mi carrera. En San Alejandro fue el periodo más académico, pero ya cuando entré en el Instituto Superior de Arte tuve la suerte de tener profesores como Bedia, Flavio Bachandía [¿?], Magdalena Campos, Consuelo Catañeda, Ebert Franco [¿?] y ellos más que profesores eran artistas y más que artistas eran excelentes creadores, y nos fueron inculcando un proceso. En aquel entonces ya se había desechado eso de los planes académicos y había un proyecto más creativo de que uno presentara una propuesta, la desarrollara y confrontara con los profesores como quería llevarla a cabo. Uno podía optar por una asignatura o curso según lo que quisiera hacer y tomaba el curso que le interesaba. A partir de ahí empecé a tomar cursos de fotografía, de cine, de escultura. Terminé graduándome en la especialidad de escultura."


[Gracia]: "Haces mucha escultura, obviamente, pero mantienes la pintura."

[Estévez]: "Cuando empecé en el ISA había tenido ya una formación académica--me habían enseñado a pintar durante siete, ocho años, y llegó un momento en que me aburrí de pintar. La pintura no era un medio suficientemente adecuado para expresar lo que quería decir. Entonces empecé a experimentar en la tridimensionalidad porque me interesaba mucho el carácter sugestivo y simbólico de los materiales y empecé a experimentar en escultura, en la instalación y dejé de pintar por mucho tiempo. Fue una especie de actitud ante lo que ya me aburria; dejé la pintura durante mucho tiempo. Luego, al cabo de cinco o seis años, retomé la pintura pero ya no la enfoqué desde la misma visión del mundo, desde el mismo punto de vista. Empecé a hacer unas telas incorporando objetos, incluso yo pienso que el sentido de mis dibujos es un poco también matérico, porque enfrento el papel como los alquimistas usaban sus cuadernos de notas. Es un medio para obtener algo, un medio de reflexión, un medio de conocimiento."

[Gracia]: "Y te gusta mucho el asunto del papel y el dibujo."

[Estévez]: "Sí, tengo una relación casi fetichista con el papel. Cuando entro a una tienda de materiales y veo el papel, es como que está pidiendo que me lo lleve para que haga algo con él. El papel es un medio muy inmediato, no es como una instalación o una escultura que requiere mucho tiempo de elaboración. Eso me ayuda quizás en el proceso porque uno tiene que visualizar, materializar las ideas para que suban a la próxima etapa, es un proceso en el que está todo muy concatenado muy estrechamente vinculado, es como una escalera, si no terminas con un escalón no puedes subir al siguinete. El dibujo en ese sentido es un medio muy eficaz porque entonces materializo la idea, la visualizo; incluso quizá de un dibujo puede salir otra cosa, puede salir una instalación o una escultura."

[Gracia]: "El dibujo tiene líneas, y precisamente eso es una parte muy esencial de prácticamente toda tu obra, aún en las semi esculturas, no sé como llamas a esto que tenemos detrás, ¿cómo lo llamarías?"

[Estévez]: "Jardín hermético."

[Gracia]: "Y como lo describirías."

[Estévez]: "Lo llamo cajas."

[Gracia]: "Cajas de mix media, pero…"

[Estévez]: "Me es muy difícil clasificarlo."

[Gracia]: "Porque aquí tienes dibujo, escultura, collage, muchas cosas."

[Estévez]: "Una mezcla."

[Gracia]: "Pero incorporas esto de las líneas en prácticamente todo lo que haces, aún los óleos."

[Estévez]: "Siempre he hecho la obra mía pictórica; los óleos son muy gráficos prácticamente son casi dibujo pintado."

[Gracia]: "Dibujo en óleo, exactamente. O sea que básicamente el dibujo es el corazón de tu obra y de tu arte."

[Estévez]: "Creo que sí, como la escritura."

[Gracia]: "Me fascinan todas estas maquinaras y todas estas cosas, porque me recuerdan a los relojes, a las maquinarias que hacía nuestro amigo da Vinci, y toda esta gente que estaba a finales de la edad media y principios del renacimiento, dibujando cosas así de este estilo, y eran tanto pintores como científicos. Tú estás como en medio de esa línea, excepto que realmente no eres científico, eres artista, pero de alguna forma estás metido ahí. ¿Cómo se desarrolló esto? ¿Empezaste a leer cosas de aquella época?"

[Estévez]: "Entre mis dioses esta uno que acabas de mencionar, Leonardo da Vinci, pero a parte de eso me interesa mucho la obra de los jesuitas del siglo XVII como Kirchner. Es un periodo donde el hombre empieza a descubrir el mundo, empieza a investigar, la pseudociencia, la poesía y la perfección personal, donde la poesía dimensiona un poco más esa visión, y a mí eso me interesa muchísimo como metodología, o sea asumir eso como un método para apropiarme de la realidad. El arte es una forma de entender la vida, de entenderme a mí mismo y es como un objeto de conocimiento. Los papeles y las telas son los instrumentos fundamentales de mi laboratorio y de ahí todo ese repertorio de mecanismos, maquinarias que no son más que metáforas de funcionamiento y de cosas que quizás no logro entender pero que me propongo entender."

[Gracia]: "Entonces en la representación, el proceso de producir algo, estás en cierto sentido mirándote a ti mismo y el producto en cierto sentido refleja quien eres tú. Te estas conociendo, objetivando."

[Estévez]: "Exactamente, es un proceso en que lo que está dentro de mi no se ve bien claro porque está dentro, y hasta que no lo tomo y llevo a cabo este proceso de externación, sacándolo, no lo puedo analizar, como cuando tomas las cosas de la realidad y las llevas al laboratorio y las estudias. Esto pasa un poco con el espíritu humano. Dentro de uno hay una gran oscuridad porque están mezclados ahí todos los sentimientos, las emociones y cuando logras sacarlos afuera, ya forman más parte del mundo, y entonces es cuando ya puedes hacer una reflexión."

[Gracia]: "¿A propósito, has hecho autoretratos?"

[Estévez]: "Seguro, alguna vez . El autorretrato es un tema que se puede desarrollar de diferentes formas, y en cierto sentido mi obra en general es un autorretrato."

[Gracia]: "Pero un autorretrato no de ti físicamente sino de tus inner workings como se diría en inglés."

[Estévez]: "Exactamente, un retrato de mi identidad más profunda."

[Gracia]: "Y qué lugar juega Cuba en esto, porque este arte tuyo lo veo tremendamente universal. No lo veo particularista: las imágenes no tienen nada que ver con Cuba, los temas son completamente universales en cierto sentido. ¿Hay algo en él que se relacione a la situación de Cuba y de los cubanos en este proceso que hemos estado pasando por los últimos 40 o 50 años?"

[Estévez]: "No, los seres humanos somos como las plantas, que nacemos en un lugar y echamos raíces, asimilamos las nutrientes de la tierra y eso marca una pauta fundamental en la vida. Soy cubano, nací en Cuba y mi manera de ver la vida creo que es cubana. Me doy cuenta que, comparado con el hombre europeo y con los americanos, tengo una cultura muy definida y eso es como el tamiz donde filtro toda la información que me viene de la realidad. Ahora bien, la interacción con otras realidades va enriqueciendo esa visión y desde un primer momento me propuse como idea para mi obra descubrir el hombre más allá de un lugar específico, sea cubano o africano. Hay una preocupación humana universal más allá de los espacios y los contextos común a todos los hombres que es el sentimiento, las pasiones y el pensamiento. En ese sentido me es interesante como un ser humano de una latitud particular puede hacer experiencia suya un acontecimiento de otro ser humano en otra latitud y en ese sentido es que mi obra está un poco más allá de los contextos sociales, políticos y culturales. No puedo negar que muchas obras en un principio tuvieron un fondo local, pero con el ejercicio, cuando uno empieza a pulir el trabajo y a perfilar la idea, pienso que trasciende hacia lo que realmente quiero.
Puedo citar por ejemplo esta obra que está en el Museo Nacional de Bellas Artes, La verdadera historia universal, que es sobre el fenómeno de la manipulación de la historia, o como la historia es un fenómeno personal que según los contextos donde funciona cambia y puede ser dos historias completamente diferentes--esta idea tratada en la película de Rashomon de Kurosawa, donde hay visiones diferentes de un mismo acontecimiento. A mí me fascinaba aquello en un principio con respecto a la historia de Cuba, o sea cómo la historia de Cuba era diferente antes del triunfo de la Revolución, cómo era otra en la Revolución, cómo se omitían hechos, se omitían personajes, y a mí aquello me interesó muchísimo, como acontecimientos negativos podían volverse positivos y viceversa. Entonces hice un dibujo donde habían muchos personajes. Esta pieza era como una especie de juguete, como un escenario atemporal donde muchas épocas se mezclaban al mismo tiempo. No había una vista definida y los personajes, que eran muñecos de madera, que en un principio eran los personajes de la historia cubana, según las circunstancias eran positivos o negativos.
Me di cuenta de que esto era un fenómeno universal que pasaba en todo el mundo y por eso le di el título a la obra y cambié los personajes por personajes universales de todos los campos de la vida: músicos, pensadores, filósofos, políticos. La pieza es un bulto de muñecos que están en el piso en un escenario y cada uno viene y toma su personaje y lo coloca. La pieza funcionó muy bien, porque cuando fue exhibida por primera vez en el salón de Arte Cubano Contemporáneo en la Habana, vino el Ministro de Cultura y tomó al Che, a Lenin, y luego venían otras gentes y tomaban a otros personajes. Es como un juguete, sobre la idea esa de que tú haces la historia según tus intereses y tus ideas."

[Gracia]: "Es interesante esta parte de juguete que está tan presente, de maquinaria, de juego, en tu obra. ¿Has hecho móviles?"

[Estévez]: "He hecho marionetas con un sentido más escultórico y plástico, pero tengo proyectado hacer representaciones de marionetas, o sea estoy describiendo la obra que quiero hacer en un futuro que es con estas mismas marionetas con un sentido muy visual pero que tengan una interacción, que tengan diálogos, textos."

[Gracia]: "¿Pero irán a ser esculturales o van a ser pintadas?"

[Estévez]: "Van a ser esculturales con movimiento."

[Gracia]: "Ah, qué interesante! Otra cosa que quería preguntarte: Estos viajes que hiciste al extranjero mientras estabas en Cuba, ¿tuvieron un impacto importante en tu obra, en la manera en que pensabas y trabajabas como artista?"

[Estévez]: "Pienso que viajar es definitivo para un artista, para mí personalmente es algo imprescindible, es como un libro y si no pasas del capítulo pues no sabes lo que pasa en las otras páginas. Estar en diferentes espacios, en diferentes culturas, someterte a experiencias completamente diferentes a la que te es propia por naturaleza, porque naciste en un lugar, amplía mucho tu visión como artista. Luego el proceso de creación está muy vinculado a los estímulos externos. Fundamentalmente uno tiene lo que necesita dentro de uno, pero estas cosas se activan en la realidad y tú no sabes donde están esas cosas, hay que andar por el mundo para encontrarlas."

[Gracia]: "Estuviste bastante tiempo en Francia?"

[Estévez]: "Estuve un año viviendo en París."

[Gracia]: "Un año es un tiempo substancial, en otros lugares estuviste poco tiempo visitando?"

[Estévez]: "Tres, cuatro meses."

[Gracia]: "Hubo alguna diferencia, la experiencia francesa en particular ¿te impactó?"

[Estévez]: "Hay lugares en el mundo que son privilegiadamente diferentes de otros. Es como cuando entras a una universidad o estás pasando una escuela y hay cursos que son capitales que tienes que tomar. Y París es un curso fundamental. Y no es lo mismo vivir en una ciudad un día, una semana, un mes que estar un año--me parece que ése es un tiempo incluso pequeño para París--donde tú puedes identificarte con la ciudad, hacer tuyos los barrios, identificarte un poco de forma cotidiana, adentrarte en esa cultura y comprender un poco lo que está pasando ahí o por lo menos hacer una asimilación un poco más reposada."

[Gracia]: "Hiciste el esfuerzo de aprender francés, ¿fue difícil?"

[Estévez]: "Realmente no hice mucho esfuerzo, yo dejo que los idiomas se me incorporen de manera natural y espontánea."

[Gracia]: "Eso es porque eres joven todavía, ya cuando llegas a cierta edad no se te incorpora nada."

[Estévez]: "Creo que fue en mi tercer viaje, en una beca que tuve en Londres, yo prácticamente no sabía inglés porque nunca le presté mucha atención a las clases de inglés en la escuela, y cuando llegué ahí no sabía nada y fui aprendiendo con la televisión, con los oídos. Al principio fue un poco difícil pero después el idioma formó parte de mí y funcionaba perfectamente, y el francés realmente no lo hablo perfectamente pero lo entiendo y puedo comunicarme."

[Gracia]: "Te puedes defender. Además de los viajes el cambio este de venir definitivamente para Miami es muy drástico y ocurrió hace poco tiempo. Me dijiste que los primeros meses fueron bastante fuertes, cuéntame de esta experiencia. En primer lugar, decidiste venir o cómo se dio eso y, en segundo lugar, después que llegaste aquí, el shock."

[Estévez]: "Como soy un creyente del destino, pienso que son pocas las cosas en la vida que pasan en poco tiempo, pienso que todo en el ser humano involucra un proceso de gestación lento donde las cosas que pasan de alguna forma ya se venían preparando de tiempo atrás. Salí de Cuba hace como tres años a una exhibición a Suiza y fue una oportunidad donde pude salir con mi familia, lo cual es muy, muy difícil y luego tuve esta beca en París.
No planeamos quedarnos a vivir en ningún lugar. De hecho tengo una apreciación muy especial del asunto, pues pienso que mi familia es el territorio donde quiero vivir, o sea ese es mi país, mi país es mi familia, y donde estemos todos juntos pues vamos a estar bien, y puede ser más allá de fronteras políticas o de ideologías. Pienso que está eso, ese afecto donde uno realmente se siente bien y que es realmente lo imprescindible para la vida. Quizás también es algo interesante que eso no tiene importancia para más nadie, pero es la importancia personal y es lo que más vale, es como la comarca, el reino de uno mismo.
Y entonces esta oportunidad que se nos dio de tener una experiencia fuera de Cuba juntos hizo posible que nos fueramos insertando en un medio diferente. Nuestra calidad de vida cambió ostensiblemente, y decidimos mantenerla y seguir hacia adelante y que cada vez fuera mejor, porque como la vida es una sola, queremos disfrutarla lo mejor que se pueda.

Después de vivir un año en París queríamos mudarnos a España porque yo tenía ofertas de trabajo muy interesantes allá y a parte mi abuelo era español y vino a Cuba buscando auxilio hace muchos años, y el abuelo de mi esposa también era español y fue a Cuba en el mismo plan. Entonces yo, muy inocente y primitivamente, fui a pedir mi residencia a España en condiciones mucho más ventajosas que mi abuelo--mi abuelo vino de polizonte en un barco escapando de la Guerra Civil y se alojó en Cuba, e hizo su familia--porque tenía un dinero, tenía seguro de salud y un montón de cosas que me exigían en la embajada. Pero al mes me respondieron que como yo era cubano las dos únicas vías que tenía para estar en España era casarme con una española o conseguir un contrato de trabajo, lo cual era absurdo. Y así se los hice saber, les dije: ya estoy casado y además ya tengo trabajo. Entonces simplemente me fue a vivir a España por un año y a trabajar. Pero las leyes migratorias son un poco complicadas y más para los cubanos que somos como el último asiento del último coche de la última clase del tren--es muy difícil y humillante como uno tiene que insertarse en esos espacios y tiene que ser el último en la cola. Creo que me estoy desviando un poco del asunto pero quiero hacer una anécdota muy interesante."

[Gracia]: "Esta entrevista es una oportunidad para que digas lo que a ti te interese decir."

[Estévez]: "Quiero hacer una anécdota interesante del asunto del cubano. Estoy muy orgulloso de ser cubano y admiro mucho a todos los cubanos porque pienso que tenemos una especie de entrenamiento del espíritu extra que no tienen otros… Llegué a pensar por un momento que-y esto es un poco egocentrista-la realidad se dividía en Cuba y el mundo, y esta anécdota es sobre este asunto de cómo el cubano es el último en la fila, incluso en su propio negocio.
Yo estaba en la barbería con mi hijo que tenía dos años. Y vivíamos en la Plaza de Armas, que es un lugar turístico. Mi hijo estaba sentado en el sillón del barbero y llegó un extranjero y el barbero hizo levantar a mi hijo que había hecho su fila, para darle su lugar al extranjero. Y aquello me dolió muchísimo, en primera porque el tipo era cubano igual que yo, y segunda porque ya había viajado lo suficiente como para entender que una de las cosas más importantes de las naciones es ese sentimiento nacional de que cuides lo tuyo y los demás vienen después--es un poco la idea social de la familia, o sea como mi familia primero y después las demás cosas se van incorporando en cuanto esas cosas lo merezcan. Me dio mucha tristeza, no por mí ni por mi hijo porque en definitiva había otras barberías y el pelado es un asunto rutinario; me dio lástima por ese señor, que por un problema de circunstancias históricas y de dinero se sintiera atraído a darle un privilegio a un extranjero, a un tipo que no conocía y que a lo mejor era limpiador de cloacas de Estambul. Eso lo pude vivir en el mundo entero, el cubano en Francia, en París además los parisinos son el centro del mundo para ellos."

[Gracia]: "Le dicen la capital del mundo a Paris."

[Estévez]: "Se sienten muy superiores y pienso que hay que encontrar una medida en esos sentimientos humanos, ni tan tan pero tampoco tan bajo, hay que tener un punto medio."

[Gracia]: "Lo terrible de la anécdota tuya es que quizás ese señor no era una excepción sino que era quizá una regla de la mentalidad de mucha gente en Cuba, eso es lo terrible."

[Estévez]: "Sí, tristemente."

[Gracia]: "Y lo terrible no es que se le diera cierta prioridad a alguien por el asunto del dinero, sino que se ha violado el derecho del otro que ya había hecho su cola y estaba sentado en su silla y lo iban a pelar, eso es lo terrible ¿no? Que desde el principio no se había hecho la regulación de que, porque el extranjero tiene dinero, le vamos a dar prioridad. Porque si a tu hijo allí el barbero le hubiera dicho, mira yo te voy a cortar el pelo pero si llega un extranjero por favor lo voy a poner a él primero porque él paga más, entonces tú hubieras entendido que era una cosa pragmática y que habían unas reglas del juego. Pero no había ninguna regla del juego que tú supieras y no se te había consultado, y sacaron del medio a tu hijo--eso es terrible.
Esto trae a colación una cosa muy importante y muy interesante especialmente en América Latina, quizás en Cuba también, aunque no sé si será tanto en Cuba. Hay como un cierto desprecio a las cosas nuestras y una cierta valoración muy grande de las cosas de lo de afuera, de lo extranjero. Esto se da mucho en otros países latinoamericanos, como en la Argentina, Perú, México, en todos los lugares. Hay una retórica nacionalista y de la cultura nacional pero al mismo tiempo, cuando llega por ejemplo el caso de los filósofos en América Latina, los filósofos latinoamericanos no piensan nada bien sobre los filósofos latinoamericanos, todo tiene que ser extranjero, lo importado vale, y lo nativo no, es una cosa bastante seria."

[Estévez]: "Es como una tendencia un poco distorsionada de la dirección de la humanidad, un poco que los patrones del mundo son los países supuestamente más desarrollados como los Estados Unidos, son el paradigma de sociedad. A mí esto me parece algo muy terrible porque realmente donde hay un ser humano hay un pensador, hay un creador, y todo ser humano es digno de desarrollarse y de expresarse y de tener el lugar que realmente le toque por sus valores."

[Gracia]: "Con respecto a la experiencia de Miami, tiene que haber sido un shock terrible, excepto que aquí estamos en un cierto medio cubano…"

[Estévez]: "Esto es más bien un medio pseudocubano porque es una derivación de Cuba en otro contexto, en otro lugar, en territorio americano. Pero creo que ahorita no seguí el hilo de lo que te estaba diciendo, que nosotros vivimos en París, tratamos de ir a España porque nos interesaba mucho estar en Europa, pero entonces yo tenía varias exposiciones aquí, trabajo con varias galerías de los Estados Unidos que es mi principal fuente de vida, asi que decidimos mudarnos acá. Realmente fue muy deprimente para mí al principio--la confrontación de los dos medios, y más grave todavía pues nosotros vivíamos en París frente al Sena y la Iglesia de San Luís. El lugar era la crema de la crema y de pronto venir a vivir aquí a Miami, a un suburbio, es un poco… vuelvo a lo que te decía antes, el ser humano es como las plantas y tú puedes agarrar una planta y la puedes poner en otra tierra, en otro lugar y en otro clima pero la planta responde. Llevas tu cuerpo a donde quieras por necesidades personales pero el alma es sensible y responde. De hecho estuve varios meses en una depresión bastante fuerte y me salvaron algunas cosas que siempre uno encuentra. El espíritu humano no es tan fácil de demoler y siempre tiene el ímpetu ese--me agarré de algunas cosas, entre ellas mi trabajo y entre otras algo que descubrí aquí. Yo había venido muchas veces a los Estados Unidos antes, prácticamente dos y tres veces al año, porque tengo muchos proyectos bajo condiciones acá en universidades, y nunca nadie me había hablado del sistema de bibliotecas. Me habían llevado a los malles a las tiendas a comprar cosas…"

[Gracia]: "La parte intelectual nunca había jugado un papel…"

[Estévez]: "Y nunca me había enterado de que aquí había bibliotecas que eran gratuitas que además tenían un arsenal de películas y de libros increíbles y que se podían pedir online incluso. Ese fue mi punto de salvación, ahí empecé a ver todas las lagunas que tenía. Soy un apasionado del cine, y empecé a buscar películas de Truffaut, de Vigo, cosas que nunca había visto y ahí me pasaba horas viendo películas y alimentandome de imágenes y leyendo. Así pasé ese periodo hasta que poco a poco me fui adaptando, porque pienso que, como te decía, donde viven seres humanos hay esperanza, hay espíritu de creación. Aquí vive mucha gente interesante, hay generaciones completas que se han trasladado de Cuba y que por condiciones prácticas están aquí. Y también pasan cosas interesantes en el mundo del arte, hay muchas ferias de arte, hay conciertos, exhibiciones."

[Gracia]: "Sobre el asunto de como trabajas, tienes horas al día en que trabajas, ¿el trabajo tuyo es un hábito o es una cosa que haces esporádicamente?"

[Estévez]: "Para mí el trabajo es una necesidad más que nada, trabajo por un deseo imperioso de decir cosas y de entender lo que está pasando en mi cabeza, trabajo todos los días, absolutamente todos los días"

[Gracia]: "Eres aristotélico."

[Estévez]: "Y en todo momento. El artista, el creador, es como una cámara filmadora que tiene que estar constantemente procesando la realidad, constantemente procesando todo lo que le está pasando alrededor y de toda esta información en algún momento va a detonar en una obra. Me levanto por la mañana, a veces más temprano, generalmente muy temprano, y trabajo hasta la tarde, hasta la noche, y todos los días."

[Gracia]: "Y me estabas diciendo antes de que empezáramos la entrevista que coleccionas todo tipo de cosas, cosas que usas para el trabajo y cosas que tienes sencillamente para que te inspiren, que vas a los rastros. . ."

[Estévez]: "Soy un apasionado de los flea markets, sobre todo los europeos son muy interesantes, son como museos andantes. De pronto te encuentras objetos de un interés artísticos, histórico, utilitario increíble. Hay cosas que tú ni conoces y que vas descubriendo. Los uso porque es como una pasión de conocimiento muy grande. Me encanta recopilar las cosas y luego las uso en mi obra que es algo que estoy haciendo recientemente. La pasión es vieja, la obra es nueva. Eso encontré también cuando llegué a Miami, eso de ir a los anticuarios me ayudó a desconcentrar la actividad de la casa. Me siento contento yendo al rastro buscando cosas, paseando y entreteniéndome pero a la vez trabajando. Le doy una doble función al asunto."

[Gracia]: "Muy interesante, Carlos. Creo que hemos cubierto los hitos más importantes y pertinentes para este proyecto, pero quería preguntarte si hay algo que te interesa decir, alguna cosa que tengas en mente… "

[Estévez]: "Más en los trayectos que en los finales. Muchas veces me he puesto en la situación de que si me quedara un minuto de vida, qué haría. Y generalmente no haría nada. Y ahora tampoco diría nada, porque pienso que uno hace durante, no al final, porque el final ya pasó y es como la vida: no hay una obra, no voy a hacer un grupo de obras, en la trayectoria es donde está desarrollado, desplegado, lo que llevo por dentro."

[Gracia]: "Hay otra cosa que te iba a preguntar. La vida del artista no es fácil y ganar dinero no es fácil y tú básicamente trabajas de artista. ¿No tienes otro trabajo diferente para mantenerte?"

[Estévez]: "Tengo que ayudar en la casa."

[Gracia]: "Y tu mujer, ¿ella tiene un trabajo o algo por el estilo?"

[Estévez]: "Sí, mi mujer trabaja."

[Gracia]: "Así que tienes lo que llamo una "brunette scholarship". ¿Ella es de pelo negro?"

[Estévez]: "De pelo castaño."
[Gracia]: "Bueno, entonces tienes una beca de pelo castaño. En los Estados Unidos se usa esa expresión para hablar de muchos hombres cuyas mujeres trabajaban y ayudaban a mantenerlos mientras ellos se estaban entrenando en la universidad. Pero en tu caso, ¿vendes? El arte tuyo me parece fácil de apreciar ¿o no?, para mí es muy fácil."

[Estévez]: "He tenido la satisfacción de confrontar mi trabajo con personas de diferentes sectores sociales o diferentes sectores culturales y ha sido muy bien asimilado; pienso que quizás porque la esencia de mi trabajo es el ser humano, de alguna forma toca a todo el mundo y todo el mundo se siente identificado de alguna forma u otra con él."

[Gracia]: "Antes de terminar tendríamos que hablar del proyecto este extraordinario de las botellas que es una cosa increíblemente original, ¿cómo surgió esto?, ¿cuál es su fin? y ¿en qué consiste?"

[Estévez]: "Surgió a partir de varias cosas. Primero es un homenaje al malecón de la Habana. Yo vivía en la Habana vieja en el puerto y siempre estaba pasando por el malecón y es muy fuerte la confrontación entre el mar, lo que hay más allá y donde tú estás parado. Porque yo decía, hay tan poca distancia entre Miami y la Habana y hay tanta distancia en otro sentido--las familias están separadas, tantos afectos, tantas desuniones. El malecón es un lugar muy importante donde se reúnen los cubanos en la noche y en el día a correr y para mí es como una especie de metáfora del límite humano, o sea el ser humano; también para el cubano es una obsesión, la idea de saber como el mundo luce. La idea que tiene la gente en Cuba del mundo es por las películas, por lo que oye, y es como una idea un poco edulcorada. El mundo no es ese, es bien diferente, ni es tan bello ni tan horrible, sino que es una realidad que tienes que vivir y asimilarla de modo personal. Además de esto, mi hijo hizo una botella, te la voy a mostrar, ahora de pronto no la veo, ah aquí está… esto es una reliquia para mí, esto es una de las infiltraciones de mi trabajo, mi hijo jugando con sus amigos hizo esta botella con un mensaje que dice algo así como 'necesitamos medicinas,' para mandar afuera. Y de pronto se me ocurrió que cuando uno lanzaba botellas al mar pues uno ponía algo de sí en un papel, y cuando la lanzaba, trascendía esos límites, o sea el acto mismo es una metáfora de trascender los límites.
Luego me di cuenta que no es sólo un fenómeno cubano. Algunas ideas surgen como una idea local y después trascienden más de una forma universal, y pienso que lanzar una botella al mar es traspasar los límites del espíritu humano en cualquier locación que me encuentre. El proyecto consiste en 100 dibujos hechos a modo de manuscritos iluminados que son una recopilación de textos de mis cuadernos de notas e imágenes, es como una especie de enciclopedia personal hecha en dibujo y estos 100 dibujos se van en 100 botellas que son lanzadas al mar en diferentes lugares del mundo. La metodología del proyecto tiene que ver con el azar. Cuando lanzas una botella al mar, se va a encontrar o a conectarse con alguien que tú no sabes quien es, ni cuándo ni dónde, o sea esta completamente fuera del tiempo y el espacio, y es una nueva forma también de entregar el arte, no va a una galería ni a un museo, sino al mar y va. . . ."

[Gracia]: ". . . a quien la reciba, comenzamos la entrevista con la idea del azar. . ."

[Estévez]: "Y luego surge una serie de juegos de símbolos y de encuentros que tú no puedes prever, te vas a encontrar con alguien, y a esa persona le va a significar algo esa imagen, es toda una serie de acontecimientos que no puedo controlar y que me fascina."

[Gracia]: "Me imagino que habrás guardado copias de todo esto."

[Estévez]: "Hay una documentación fotográfica y documento el proceso con películas y con fotografías de los lugares donde voy lanzando, pero los dibujos que van en la botella son los originales con una nota que explica brevemente el proyecto y da mis datos de contacto para tener la información. La instalación está mostrada, cada vez que la muestro hay menos dibujos y más documental en video y en fotos y hay un mapa donde también sitúo la trayectoria y documento fotográficamente lo que está pasando, lo cual quiere decir que un día la pieza va a ser solo documentación y no va a haber dibujo ninguno."

[Gracia]: "Ah qué interesante, y las piezas quizás muchas de ellas se van a perder obviamente."

[Estévez]: "Sí, me imagino y muchas aparecerán en cien años, quién sabe, lo cual es interesante no sólo extenderse en territorio sino extenderse en el tiempo, la botella está ahí navegando y va a aparecer no se sabe cuándo."

[Gracia]: "El proyecto es increíble, fascinante. Y aquí terminamos, porque se nos acaba la cinta. Muchas gracias, ha sido un gran placer, Carlos."

 

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